Martin C. de Waal

Actitudes 10, June 2006

En una sociedad centrada en el individuo-consumidor, el concepto mismo de identidad se ha convertido en uno de los objetos de comercio con más valor económico. ¿Pero a qué costa?

Las fotografías digitales y videos del artista Holandés Martin C. de Waal tienen el propósito de diagnosticar y reflexionar acerca de los inconvenientes y desafíos que la sociedad actual engendra en relación con questiones de sexualidad, de género y de etnicidad. Para apuntalar tales temas, Martin C. de Waal ha ido desarollado un lenguage visual basado en el desmantelamiento y apropiación de la retórica de los medios de comunicación de masa y de la publicidad que propagan modelos de conducta para el individuo. De allí el concepto y nombre que Martin dío a su propio trabajo de ARTvertisment.

En el mundo de los anuncios, cada uno siempre parece saber cual es su identidad. Lejos de reflejar las apuestas sociales contemporáneas, en ellos, los roles están siempre repartidos de manera clara, no hay confusión de ningún tipo –todo es harmonía y placer. A partir de este marco de referencia y materia a deconstruir, los dípticos y panoramas fotográficos de Martin C. de Waal parecen encarnar un retorno de lo reprimido –offrecen imágenes de lo que ha sido necesario excluir del marco para construir el mundo mítico del consumidor feliz.

El retorno de lo reprimido es un concepto que fue desarollando Sigmund Freud en el marco de sus escritos seminales acerca del inconsciente humano. Lo ominoso (1919) es una fuente de angustia para el individuo porque parece constituir una amenaza a la coherencia de su identidad y la de la comunidad –cuya unidad ha sido obtenida gracias a la represión de lo que retorna ahora bajo otra forma. Por lo tanto, es lo que de alguna manera ya conocemos pero quisieramos seguir olvidando.

Al contrario del mundo representados en los anuncios, las obras de Martin producen un efecto extraño pero no del todo ajeno –son verosímiles. A pesar de estar la mayoría de las obras basada en un solo modelo –Martin mismo—uno no acaba de dudar acerca de la identidad sexual, étnica y de género de los seres representados. Son el resultado de unos juegos con estereotipos –los de la masculinidad, de la feminidad y de etnicidad. Pero, al contrario de los anuncios que parodian, las fotos de Martin ponen en duda el status quo en vez de reeforzarlo. Se trata de desvelar su funcionamiento ideológico –cuales son las contradicciones que su visión del mundo accorde con la publicidad y los anuncios encumbre.

Mirando directamente en la lente del aparato fotográfico, nos convencen de que hay algo más que lo que se nos propone en los carteles publicitarios. Que si tenemos la suerte de haber nacido en un mundo con tantas posibilidades, será para poder ir más allá de lo prescrito y que, fortalecidos por nuestro conocimiento de lo que yace más allá de nuestro ámbito cotidiano, podremos acoger la belleza de lo desconocido. Porque, si bién se habla de crisis de identidad en el mundo occidental, será porque el concepto mismo de identidad tiene que cambiar –hacia una consciencia de uno mismo que permite reconocer y amar lo que uno más teme, lo monstruoso en uno mismo. Ésa es la condición mínima para poder disfrutar de los futuros posibles que nos offrecen la sociedad contemporánea.